miércoles, 22 de diciembre de 2010

Surfear en la vida

Este fin de semana estuve en Montañita, una de las maravillosas playas de mi precioso Ecuador. Sentada en la arena disfrutando del inmenso mar, miraba a un surfista a punto de entrar al agua.
Estaba esperando el momento preciso, parecía como si calculaba el alto de las olas, la marea, lo profundo no sé, pero el niño estaba calculando.
Y pensaba que en la vida también surfeamos a veces con esas pequeñas o grandes circunstancias que nos rodean y nos tocan vivir.
Así calculamos la forma en que nos "metemos" en un proyecto, como la renovación de una cocina, hornear cupcakes, definir nuevos puestos de trabajo en la empresa y como no, viajar y hacer invitaciones en la casa para recibir amigos.
Y qué pasa cuando a pesar de haber calculado la "altura de las olas" resulta que nos tumba y caemos de plano en el océano de la vida? Con intentos desesperados de volver a la sueprficie y que la tabla de surf no me parta la cabeza en dos, lo que pretendo es agarrarme de ella con fuerza, subir a la tabla y pacientemente... esperar por la próxima ola, para tomarla con la misma fuerza o ilusión.
Me llevo varias decepciones a veces y otras veces seguro soy yo la que decepciona a alguien, pero el surf es así, y lo importante siempre debe ser la rectitud de intención con que tome la ola, la tabla, la marea y todo lo que rodea a las decisiones... es una metáfora pero me viene bien ahora mismo...
A ver si un día aprendo a no meterme a olas muy altas o, si me meto, poderlas manejar mejor.