
El día que conocí a Roser supe que seríamos amigas, fue de esas personas que nada mas conocer te caen bien.
A pesar de estar ella en Barcelona y yo en Guayaquil, nos hicimos amigas cercanas, de aquellas con las que comentas del día, de los chicos, de las cosas de la casa y del trabajo.
Nunca nos enfadamos, nos llevamos bien.
Es una persona bastante reservada, no llega a decirte amiga hasta que de verdad lo eres, tenía muchas reglas de "seguridad" que incluían no dar el número de teléfono, la dirección de su casa etc. reglas que por supuesto, hice que rompa conmigo.
Las miles de veces que llegaba al chat de la cocina, me divertía a lo grande con ella, que forma de provocarme! quería hacerme rabiar, de broma, claro, pero que pique que me tenía.
También yo la molestaba mucho, le cantaba desafinada la canción Vivo per lei mil veces, hasta aburrirla ya, y cuando hablábamos por teléfono, los minutos se hacían horas facilito.
Si tuviese que elegir mis mejores momentos con ella, serían definitivamente el día que me defendió con todas sus fuerzas por algo que ella entendía como una injusta cobardía. Y también la vez que aceptó llamar a una familia que yo quería entrevistar y ella sentía mucha vergüenza pero terminó haciéndolo.
Enfermó de cáncer y me lo contó, me dijo que se habían complicado las cosas y que no tenía muchas ganas de chatear, pero me ocultó lo grave de su situación, nunca supe que estaba a punto de morir, hasta un día después de muerta.
Yo nunca dejé de escribirle, o de pensar en ella o de echarle de menos, pero... cómo me hubiese gustado saber lo enferma que estaba, le hubiese ido a ver cuando fui a España, esa visita sé que me la hubiesen permitido... Ya no puedo escuchar Vivo per lei sin que me venga a la memoria las veces que la hice reír, y ella a mi.
Ahora queda saber que en el cielo está con su esposo, disfrutando de la presencia de Dios en la eternidad, y que, cada vez que me caigo de internet y digo miércoles! se estará riendo de mi.
Gracias por todo lo que me hiciste vivir a tu lado, hasta siempre "conocidita"
A pesar de estar ella en Barcelona y yo en Guayaquil, nos hicimos amigas cercanas, de aquellas con las que comentas del día, de los chicos, de las cosas de la casa y del trabajo.
Nunca nos enfadamos, nos llevamos bien.
Es una persona bastante reservada, no llega a decirte amiga hasta que de verdad lo eres, tenía muchas reglas de "seguridad" que incluían no dar el número de teléfono, la dirección de su casa etc. reglas que por supuesto, hice que rompa conmigo.
Las miles de veces que llegaba al chat de la cocina, me divertía a lo grande con ella, que forma de provocarme! quería hacerme rabiar, de broma, claro, pero que pique que me tenía.
También yo la molestaba mucho, le cantaba desafinada la canción Vivo per lei mil veces, hasta aburrirla ya, y cuando hablábamos por teléfono, los minutos se hacían horas facilito.
Si tuviese que elegir mis mejores momentos con ella, serían definitivamente el día que me defendió con todas sus fuerzas por algo que ella entendía como una injusta cobardía. Y también la vez que aceptó llamar a una familia que yo quería entrevistar y ella sentía mucha vergüenza pero terminó haciéndolo.
Enfermó de cáncer y me lo contó, me dijo que se habían complicado las cosas y que no tenía muchas ganas de chatear, pero me ocultó lo grave de su situación, nunca supe que estaba a punto de morir, hasta un día después de muerta.
Yo nunca dejé de escribirle, o de pensar en ella o de echarle de menos, pero... cómo me hubiese gustado saber lo enferma que estaba, le hubiese ido a ver cuando fui a España, esa visita sé que me la hubiesen permitido... Ya no puedo escuchar Vivo per lei sin que me venga a la memoria las veces que la hice reír, y ella a mi.
Ahora queda saber que en el cielo está con su esposo, disfrutando de la presencia de Dios en la eternidad, y que, cada vez que me caigo de internet y digo miércoles! se estará riendo de mi.
Gracias por todo lo que me hiciste vivir a tu lado, hasta siempre "conocidita"
Hola Letty, he leido tu escrito sobre la amiga ross, qué decirte de élla si ya lo has dicho tu casi todo. Digo el "casi" porque como bién dices en tu escrito, no conocías la gravedad de su enfermedad, cosa que élla no quería difundir, y por tal motivo los que la conocíamos en persona, la respetabamos.
ResponderEliminarAún y así, casi hasta el final de sus días, no perdió su sentido del humor.
Una condición que teníamos las personas que queríamos estar cerca de élla, es entender y aceptar su "forma" de decir las cosas. ¿su virtud? que decía las cosas directamente a la cara. ¿su defecto? su manera de decirlas, pero ,,,,,,,era lo que había.
Hay que estar preparad@s, para reconocer las virtudes y defectos de las personas que apreciamos, sólo de ésta manera, podremos ser amig@s de nuestros amig@s. Aunque soy algo agnóstica para creer en el mas allá, sólo quiero decir que si es verdad que hay otra vida mas allá de la nuestra, espero que la amiga ross, se lo esté pasando chachi, leyéndonos.
No sé qué será chachi pero suena divertido! y seguramente que si, se habrá hecho ya la tira de amigos!
ResponderEliminarLa vamos a recordar con inmenso cariño, gracias por pasar Buchi!